Muerte
En algunas vidas el amor se posterga por torcidos repliegues que van oscureciendo la sala de espera. De pronto, llaman. A veces todavía se está sentadito y se responde. Otras, uno se va con la muerte sin haber movido esa pieza.
En algunas vidas el amor se posterga por torcidos repliegues que van oscureciendo la sala de espera. De pronto, llaman. A veces todavía se está sentadito y se responde. Otras, uno se va con la muerte sin haber movido esa pieza.
Marcel Proust «A cierta edad, un poco por amor propio, otro poco por picardía, las cosas que más deseamos son las que fingimos no desear.»