Sacerdotes

Sacerdotes

Es increíble cómo los curas ya no valen nada pero qué capacidad de recrearse han tenido en los que ofrecen, en sus divanes, la cura, aunque nunca del todo porque la deuda es siempre infinita. Me refiero a lo que hoy curan. Eso sí que vale y cuesta caro pagarlo. ¿Cómo han logrado ese mérito que antes ofrecían los sacerdotes?¿ Acaso se han pasado secretamente la receta de los escondrijos del alma? ¿…Acaso se reparten los dividendos? Unos se han guardado demasiado bien el «paso» a la otra vida. Esa «visa» no la entregaron. Tuvieron que ceder en la tierra a esos «psicoanalistas» el pan nuestro de cada día. Y ellos tuvieron que remodelar el confesionario en consultorio, cobrar para pagarlo…¿cobrar? ¿engañar? Fue grande la astucia de Freud en menospreciar el sentimiento religioso pero más astuto en acrecentar el negocio del alma…en dividirlo en yo, super.yo y ello, de modo que cueste llegar a la felicidad… Y Lacan, embustero de embusteros, farsante por excelencia, proseguir en la peregrinación con artilugios más complejos sobre el alma con el Otro, el Gran otro, etcétera, etcétera…Hijos de la Iglesia, Pedros y Pablos del Inconsciente que ponen su precio al sufrimiento humano.
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