Viejos derechos & torcidos

Viejos derechos & torcidos

Es indecorosa la innumerable cantidad de derechos que nos ofrecen, quitándonos toda capacidad de resistencia y pensamiento. Los así llamados progresistas me causan tanta náusea como los derechos que nos venden…¿O acaso los derechos del matrimonio igualitario no son sino la promoción de hoteles, cruceros y unas cuantas estupideces para esos matrimonios nuevos ? Cabe gritar que tantos derechos nos terminan haciendo tarados. Cuando todo se institucionaliza, cuando el arte es patrimonio cultural, es que ya estamos demasiado enfermos, debilitados, oprimidos por nuestra propia tristeza.

 

La sociedad avanza hacia el imperio de los viejos. Cada vez hay más, cada vez se los hace vivir más años. Todo una maquinaria social para viejos. ¿ Será por eso que la juventud, como pocas veces en la historia universal, ha quedado relegada a una serie de divertimentos, a entretenimientos de distracción masiva y recitales musicales donde se salta alrededor de bufones de la música que no tiene ni la menor idea de lo que ha sido la música en tiempo de Malher, Wagner y Liszt por nombrar a tres que facilmente aplastan con sus silencios y blancas el aturdimiento de miles de semicorcheas ?
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