El Caso de Alexander Nevrocsji

El Caso de Alexander Nevrocsji

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El Caso de Alexander Nevrocsji

 Un extraordinario fenómeno está ocupando las primeras planas de todos los periódicos rusos, radios y televisión. Hace seis meses, Alexander Nevrocsji, trabajador del ferrocarril en la ciudad de Volgogrado despertó de un coma después de 3 años. Y recién ahora se están revelando los trabajos del sacerdote Bogdánov.

En diciembre de 2011, a raíz de un impacto en la cabina de mando, sufrió lesiones graves en cuatro huesos del cráneo que causó daños en el  cerebro, sobre todo el cerebelo. Estuvo algunos días lúcido pero luego entró en estado de vegetación.

Sus padres aceptaron la intervención del sacerdote Pieter Bogdánov, teólogo y profesor en la Universidad Federal de los Urales, quien propuso “trabajar con métodos de sanación que podrían resultar favorables para el restablecimiento del paciente”.

Bogdánov partió de tres elementos: la liturgia ortodoxa, la música y la literatura. Durante esos tres años tuvo algunos importantes colaboradores de universidades y de conservatorios que cooperaron en el trabajo del sacerdote.

 Bogdánov partió del principio de interacción subcutánea desarrollado a mediados del siglo XIX, del principio de inferencia y deducción de la lógica de Pierce y a su vez utilizó esquemas matemáticos.

Presentó su proyecto a las autoridades sanitarias del Hospital clínico regional № 1 de la Región de Volgograd.

Escribió un breve ensayo, en forma de tesis, acerca de cómo ocuparse del paciente hasta su hipotético restablecimiento. En su escrito destacaba “que era necesario, además de textos de la liturgia rusa, leerle diariamente a determinados escritores  tales como Antioj Kantemir, Ósip Mandelshtam, Serguéi Gorodetski, Gueorgui Ivánov, Irina Odóyevtseva, y Borís Záitse. La razón de esta elección no es arbitraria sino que responde que en sus obras  habían tratado cuestiones vinculadas al ferrocarril, justamente la labor del paciente y que seguro atraería su atención. Además “concibió la necesidad de que el paciente fuera sometido a la escucha de las obras del compositor Dmitri Shostakóvich quien en muchas de sus sinfonías recurre al esquema musical conocido por vía férrea.”

Es sorprendente notar que en estos días se reveló el trabajo de Bogdánov, y como es de esperar se ha producido un revuelo en la comunidad universitaria e intelectual. Prestigiosos periodistas del ya cerrado periódico  Nezavisimaia Gazeta entrevistaron al sacerdote para “que explicara las razones del restablecimiento del paciente y de cómo se ha podido lograr semejante logro.”

Bogdánov señaló que “durante estos años recurrió a lectores y a ejecutantes que diariamente visitaban la habitación del paciente e iban leyéndole pausadamente los textos y interpretando las obras musicales. La memoria, en estado vegetativo, es un campo aún desconocido para la mayoría de los especialistas en neurobiología. Lo sucedido con Alexander no es sino que la memoria puede almacenar información ilimitada y conservarla perfectamente en la medida que sea suministrada con metodología adecuada, y a su vez permitir que se establezcan procesos de sinapsis intercorrelativos y ortocerebrales de modo que no sólo se produce el recuerdo sino el pensamiento y la elaboración reflexiva. Es cierto que Alexander puede memorizar todas las lecturas que se le han hecho pero, más importante, ha realizado lo que llamaría un proceso de interpretación intracerebral. A su vez, memorizó las obras de  Shostakóvich de tal modo que podría componer, no las mismas, sino otras que guarden afinidad con el ritmo, melodía, tempos del músico”.

Consultado sobre las implicancias del proyecto,  Bogdánov insistió en “que vivimos en sociedades que han desprestigiado el uso de la memoria, los esfuerzos de memorización y los recursos, a través de la lógica y la matemática para estimularla. Hoy tenemos un ejemplo maravilloso de que los antiguos no estaban errados en obligar a estudiar de memoria las obras de Homero, y que gracias a esa memorización hemos tenido a partir de Homero una civilización formidable que ha creado casi todas las artes y la filosofía.”

Alexander Nevrocsji  recién en estos días comenzó a consagrar  sus días dando conferencias en diversas ciudades de Rusia y a su vez ha recibido la invitación de  destacadas universidades para impartir cursos de literatura y composición.

Bogdánov acaba de publicar en un sintético ensayo titulado “Pormenores de una sociedad precaria” donde en sus líneas iniciales advierte de “la declinación humana en nuestra época que ha perdido no sólo la fe sino la memoria, el estudio sistemático y la perseverancia, provocando la expansión, peor que la peste negra, de una ignorancia inmoderada cuyas consecuencias están a la vista”.

 

 

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